Suelen conocerse historias de policías que asisten a parturientas. Esta vez hubo una diferencia: el policía ayudó a nacer a su propio hijo.
Un policía marplatense que presta servicios en Santa Clara del Mar ayudó a su propia mujer a parir en el asiento trasero de su automóvil al precipitarse un nacimiento que estaba previsto para los días siguientes.
El emotivo momento sucedió el lunes pasado a la madrugada en el barrio El Sosiego de Mar del Plata y Jeremías -así lo llamaron- nació en perfectas condiciones a pesar de la apremiante situación.
Fernado Daniel Fernández y Alenka Blascovich viven en casas separadas. Él reside en el barrio La Ana y ella en El Sosiego. El último lunes, mientras el efectivo policial dormía, su teléfono sonó a las 3.30 de la madrugada con un inesperado llamado: le avisaban que su esposa estaba a punto de parir.
De inmediato se dirigió a la casa ubicada en las afueras de la ciudad y ayudó a su mujer a dar a luz en el lugar “porque el bebé prácticamente ya estaba con la cabeza afuera”, comentó Fernández en diálogo con LA CAPITAL.
Ante este panorama, el policía se transformó en partero por un instante y recibió a su primer hijo con una felicidad incontrolabe. “Estaba muy contento, pero también un poco preocupado porque no sabía muy bien cómo actuar. Tenía miedo que le pasara algo, pero por suerte salió todo bien”, dijo el flamante padre.
Con el recién nacido en brazos, el “partero” y Blascovich se trasladaron de urgencia a la Cliníca Colón en el asiento trasero del automóvil que conducía el padre de la mujer. Allí, fueron recibidos por los médicos “con un excelente trato”, resumió.
Sobre cómo fue el camino hasta la clínica, Fernández explicó que pasó “muy rápido” y especificó que tardaron entre 10 y 15 minutos gracias al aporte de un patrullero que fue abriendo paso durante todo el trayecto.
Por último, mencionó que “Jeremías pesó 2,600 kilos y está en perfectas condiciones al igual que su mamá”. “Todo lo vivido el lunes pasado fue algo único y hermoso”, cerró.